¿Tienes un hijo entre 2 y 6 años y se niega a comer?, o quizás, está en la etapa en que sólo quiere comer el alimento que le gusta y ¿se niega a probar nuevos alimentos?; no te preocupes, aquí te compartiremos algunos tips que te pueden ayudar a pasar esta etapa de forma exitosa.
Los investigadores han llamado a este proceso “neofobia”, que es en realidad el temor a probar nuevos alimentos. Los estudios han encontrado que alcanza su pico máximo entre las edades de dos y seis años. Esta fobia puede explicar por qué los niños en esta etapa de desarrollo a menudo prefieren comer sólo uno o dos alimentos que son de su agrado y se niegan a comer otra cosa. Para tu tranquilidad, la mayoría de los niños logran superar esta fobia y se integran a la alimentación familiar de forma exitosa.
Algunas sugerencias que te pueden ayudar a superar esta etapa sin convertir la hora de la comida en un campo de batalla son:
Respeta el apetito de tu hijo
Si tu hijo te dice que no tiene hambre, no lo obligues a comer o a terminarse su plato. Si lo haces, podrías dar inicio a una lucha de poder sobre los alimentos, que hará el proceso de aceptación de nuevos alimentos más complicado.
Establece una rutina
Ofrece a tu hijo todos los días aproximadamente a la misma hora sus comidas y refrigerios. Si le da hambre entre cada uno de los tiempos de comida puedes ofrecerle agua natural.
Si permites que tu hijo se llene con jugo, leche u otros alimentos durante todo el día podría disminuir su apetito a la hora de la comida.
Sé paciente con los nuevos alimentos
No te desanimes, si en las primeras ocasiones tu hijo rechaza el nuevo alimento, toma en cuenta que puede ser necesario que esté expuesto al nuevo alimento 15 o más veces antes de que se acostumbre a él y lo acepte.
Hazlo divertido
Ofrece a tu hijo alimentos llenos de color o con formas divertidas; para ayudarte puedes utilizar cortadores de galletas.
Enseña con el ejemplo
Si tú no acostumbras desayunar o a comer verduras, no esperes que tus hijos lo hagan.
Elimina las distracciones
Mientras tu hijo come apaga la televisión o cualquier otro aparato electrónico que pueda distraer su atención.
Ten paciencia, los hábitos de alimentación y las preferencias por ciertos alimentos de tu hijo no van a cambiar de la noche a la mañana, pero los pequeños pasos son los que cuentan y los que constituyen la base de una alimentación saludable para el resto de su vida.